DO Toro

La Denominación de Origen Toro, situada en Castilla y León, es sinónimo de tradición e intensidad. Con un legado vinícola que se remonta a siglos, sus vinos destacan por su carácter robusto, elaborado mayormente con la variedad Tinta de Toro, una adaptación única del Tempranillo. Gracias a su clima extremo, bajos rendimientos y terroir singular, los vinos de Toro exhiben un equilibrio excepcional entre estructura, acidez y potencia aromática, siendo ideales para el envejecimiento y un deleite para los amantes del vino.

¿Sabías que?

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La Tinta de Toro ofrece vinos robustos, de intensos colores, taninos firmes y un potencial de envejecimiento único.

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La DO Toro es una región vinícola con tradición ancestral, reconocida por su calidad desde la Edad Media.

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Sus bajos rendimientos y sus condiciones climáticas extremas producen vinos de altísima concentración y expresión.

El Terroir

El terroir de la DO Toro combina suelos arenosos y pedregosos con una alta proporción de grava, perfectos para un buen drenaje, asegurando vides de baja productividad pero de alta calidad. Además, estos suelos preservan viñas muy viejas, muchas prefiloxéricas. El contraste de temperaturas extremas entre el día y la noche favorece una maduración pausada y una perfecta concentración de aromas y sabores en la uva. Este entorno único dota a los vinos de una personalidad inconfundible, con gran intensidad y longevidad.

Algunos números

620-750 m.

En sus viñedos plantados entre 620 y 750 metros sobre el nivel del mar, las uvas desarrollan un excelente equilibrio entre acidez y concentración.

13ºC de media

Un clima continental con inviernos rigurosos y veranos muy calurosos, mitigado por la altitud, permite una maduración lenta y homogénea.

3K-4K kg/ha

Con una media de 3.000-4.000 kg/ha, la baja productividad de los viñedos asegura uvas de extraordinaria concentración.

Recomendar los vinos de la DO Toro es apostar por vinos de alta calidad, autenticidad y carácter. La singularidad de su terroir, junto con la rusticidad y potencial de la Tinta de Toro, da lugar a vinos estructurados, ricos y aptos para largas crianzas. Su capacidad para equilibrar potencia y elegancia los hace perfectos para acompañar carnes rojas, guisos contundentes o simplemente disfrutar solos. Además, la tradición de la región se refleja en cada botella, convirtiendo a Toro en una parada obligatoria para quienes buscan descubrir la esencia más pura y genuina de los grandes vinos españoles.